Incluyendo personas con discapacidad en el mundo IT

La oportunidad surgió de manera inesperada, como suele suceder. Una de nuestras empresas cliente nos propuso entrenar "on the job" a un equipo de personas con discapacidad (PcD) que recientemente habían incorporado en Brasil.

Incluyendo personas con discapacidad en el mundo IT
|18 febrero, 2024|3 min|

Amamos la propuesta apenas la escuchamos. Encajaba perfectamente con nuestro propósito de ampliar las oportunidades para personas sin experiencia en el ámbito de la tecnología. Así que nos lanzamos a la aventura y aquí estamos: aprendiendo muchísimo.

Como expertos en el entrenamiento experiencial, ya contábamos con una amplia trayectoria en la inclusión personas sin (o con poca) experiencia a los equipos tecnológicos de nuestros clientes. A lo largo de este camino, nos hemos enfrentado a diversos desafíos inherentes a nuestro proyecto, como la diversidad cultural, educativa y actitudinal de los trainees. Sin embargo, esta oportunidad nos llevó a un nuevo nivel de desafío: aplicar nuestra metodología a personas con diagnóstico de discapacidad motriz (por ejemplo, la persona no puede mover una parte de su cuerpo), sensorial (por ejemplo, la persona tiene una disminución considerable de su vista) o cognitiva (por ejemplo, la persona fue diagnosticada dentro del espectro autista).

Después de que nuestra primera camada de 12 trainees terminó su entrenamiento, llevamos a cabo una retrospectiva para reflexionar sobre el trabajo hecho hasta el momento y los aprendizajes que obtuvimos. Nuestros seniors llegaron a una conclusión unánime: estas personas necesitaban aumentar la confianza en su capacidad para alcanzar sus metas. Es posible que esto se deba a la falta de oportunidades previas, el desconocimiento -interno y externo- de sus habilidades, inclusive la falta de exigencia, o una combinación de todos los anteriores.. Nuestro programa es demandante y así se llevó adelante, brindando apoyo y haciendo ajustes personalizados, como por ejemplo narrar las presentaciones o hacer los ajustes necesarios en la pantallas si la persona tenía dificultades en el campo visual. Los resultados fueron excelentes, tanto así que triplicamos la cantidad de participantes en la siguiente camada, e incluimos a Uruguay.

Nuestro equipo de neuropsicólogos nos dió una gran orientación con la terminología: «estamos trabajando en su autoeficacia, es decir, en brindarles más herramientas para que puedan superar con éxito las situaciones que se les presentan«. Una de las más efectivas fue alentarlos a expresar sus necesidades de manera asertiva. Por ejemplo, si una persona que tiene disminuida su escucha y no lo expresa, su mentor no sabe si se trata de un problema auditivo o de comprensión . Y las acciones a tomar para uno y otro caso son muy diferentes.

Estas herramientas no solo beneficiaron a los trainees, sino también a nuestros seniors que desarrollan un mayor nivel de empatia para aplicar a diferentes situaciones. Por ejemplo, aprendieron que al trabajar con personas con autismo, la comunicación directa es fundamental, evitando los mensajes abstractos o «entre líneas». La invitación para nuestros seniors -y para todos nosotros- es, como dice Ted Lasso en aquella escena sublime del juego de dardos: a ser curiosos. La yapa es que lo mismo aplica para toda persona que te cruzas en la vida. Con o sin diagnóstico de discapacidad.

A medida que avanzamos en esta experiencia, nos damos cuenta de que aún hay mucho por aprender y descubrir. El camino recién empieza.

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